viernes, 26 de diciembre de 2008

Nochebuena (atrasada)

Había olvidado
cuán generosos
eran tus besos
y tus abrazos
hasta que he descolgado
y, al otro lado,
tu voz
cantando un villancico
que me deseaba
lo mejor y lo más próspero
para esta noche.

Había olvidado
tu pelo de menta
y tus ojos claros
hasta que me he sentido
catapultada
hacia la nube
donde todo es algodón
y tú estás sujetándome
para que no me roce las rodillas.

Había olvidado
cuán feliz era
cuando estabas a mi lado;
cuando veo el muérdago
colgando sobre la puerta
mientras paso bajo él,
hablando contigo
en la distancia.

Me muerdo un labio
mientras,
en silencio,
pienso
lo bueno que sería tenerte,
ahora,
aquí, a mi lado,
y tú preguntas,
desde el otro lado,
"¿sigues ahí o se ha cortado?"

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