domingo, 23 de mayo de 2010

Delacroix, je t'aime

Quizá haya perdido
mi corona
y el báculo
que me daba poder
en las noches oscuras
de invierno tardío.
 Sin embargo,
la habré perdido
a favor de la cordura
y el tiempo.

Quizá simplemente
sea un cambio
a una bandera tricolor
y un gorro frigio
que me eleve entre
la multitud
portando la bandera
de la nueva era.

Prefiero perder mi trono
que mantenerme en él
a base de víctimas
y esclavos,
a base de clavos
armaduras
y sellos seculares.

A su majestad le hace falta
una guillotina. 
La Revolución ha llegado,
Delacroix, preparate para el Pulitzer.

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