jueves, 17 de septiembre de 2009

Claustrofobia

Caen las gotas
caen
de la lluvia marchita
de los charcos
oscuros
grasientos
de la ciudad.

Caen las hojas
caen
de un adelantado otoño
de pulgones tóxicos
de árboles que crecen
sin raíz
ni tierra.

Caen los cristales
caen
de las estrellas hasta las aceras
dejando un rastro
en el raso oscuro
del manto de la noche.

Las paredes
se cierran
y cierran
entorno a mí;
me ciegan,
me ahogan
me aprisionan;
golpean mi mente
con los recuerdos.

Las paredes
se cierran
y cierran
y no dejan espacio
para el espasmo
para el llanto;
me atrapan
me tejen entre ellas
soy un mero ladrillo.

las paredes
se
cierran y cierran
y cierran
y me encierran.

Se apaga la luz
se acaba el oxígeno
se acaba la senda.

las paredes
se cierran y cierran
y me agostan.

Se obtura la válvula
la única de escape
y las paredes
se unen
y me dejan dentro.

las paredes
se cierran y cierran
y me quedo sin salidas.

1 comentario:

fabián morales dijo...

sin duda, es poesía para dedicar y recalcar