sábado, 18 de octubre de 2008

Muñeca de Porcelana


Déjame inhalarte
como una bocanada de opio
que me transporte
a mundos surrealistas
donde tú seas mi cuervo
y yo pueda seguir tu vuelo.

Déjame que te busque,
delirante,
cada noche
en mis sueños,
para encontrar un rastro
que me lleve tras tus pasos.


Déjame ir,
deshaz el embrujo
que sobre mí arrojaste
haciendome marioneta,
oscura,
en tu función privada.

Déjame acurrucarme
en tu maleta,
viajar a tu lado
insegura,
como muñeca de porcelana.

3 comentarios:

Clara dijo...

eeehhhh

este poema me suena a mí de algo...
;)

un besazo!

Nerea Ferrez dijo...

me ha gustado mucho, la verdad. parece que las dos tenemos fijación por las muñecas, tú las de porcelana y yo las de trapo, quizás sean traumas infantiles... quién sabe, seguramente no lleguemos a saberlo nunca. bueno, niña, que tengo que dejarte por ahora, pero ya sabes que el viernes te espero para salir a jugar. un beso, reina de los corazones.

E.A.V. dijo...

Os agradezco mucho a ambas los comentarios, creo que sois las únicas que os pasáis por aquí, jajajaja!!! Aunque más gente dice que se pasa DEJAD COMENTARIOS!!!
A Clara, que estoy encantada de que nos regalara su presencia por unas horas y que hay que repetir.
A Nerea, ya sabes, mi sustancia favorita que estoy dispuesta a salir a jugar de nuevo, que a mi poco hay que decirme!!!
Os quiero mis niñas!!!