lunes, 30 de agosto de 2010

Presente, hoy, ahora

Hoy me he descubierto, de repente, retomando el camino hacia el horizonte, sin volver a mirar los pasos que dejé atrás, como estelas blancas sobre la mar serena de un anochecer en la playa, con sal, con arena, con pic-nic y con la mirada serena de las estrellas agazapadas, esperando su momento para aullarle a la Luna Oscura.

Hoy me he descubierto como quien descubre el eslabón perdido entre la cadena retorcida de la Evolución, mirando hacia un sol rojo que aún duele en mis pupilas. Sin embargo, su brillo parece ser lo que posee el sentido y, todo lo demás, sólo conjeturas de un anciano demente bailando sobre las cuerdas de la melancolía.

Hoy me he descubierto saltando hacia delante, enterrando el pasado, alabando el presente y anhelando el futuro en los brazos del Mundo, mecida como en el sueño de un jardín utópico. Hoy el cristal reflejaba sólo la luz, las sombras se vieron diluídas en el agua que desaparece remolona por un sumidero. Hoy el sol no se ha ocultado tras las nubes, hoy el horizonte no se oculta tras los esqueletos de piedra de las montañas de la memoria.

Hoy, ahora, presente.

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