Estuve sentada
en un recio banco
de piedra
leyendo
un místico libro
en cuyo lomo rezaba:
"Dolerum Vitae".
En sus infinitas páginas
encontré
escrito,
con sangre
y llanto,
que el amor es dolor
y la vida muerte.
En el blanco papel
se veían impresas
las huellas
del tiempo
y el olvido,
intentando
atenuar
la increíble y macabra
historia
reflejada en sus páginas.
Cerré el libro
con un golpe,
mientras por mis mejillas
corrían las lágrimas;
de las espinas de mi corazón
manaba
la sangre
que engrosaba las líneas
del funesto libro
que recogía todo atisbo
de vivencia
y existencia.
2 comentarios:
respuesta a tu comentario:
nooo, que vaaa, ¿cómo has lelgado a esa conclusión? (nota: esto es una ironía)
es por ver si les pasa lo que al león cobarde...
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